En la búsqueda de espacios que generen bienestar, el diseño de interiores juega un papel clave. La elección de materiales, colores, distribución de los elementos y el tipo de iluminación son aspectos determinantes en la creación de ambientes agradables y equilibrados.

Un claro ejemplo es la iluminación de acento que aplicada siguiendo la técnica del Feng Shui tiene la capacidad de crear entornos muy bellos e innovadores.

Sin embargo, en ocasiones, a pesar de una selección minuciosa, ciertos espacios pueden generar sensaciones de incomodidad o desarmonía. Es aquí donde el Feng Shui entra en escena, ofreciendo un enfoque milenario basado en la energía y el equilibrio para potenciar el confort y la armonía en los hogares.

El origen del Feng Shui.

Con más de 3.500 años de historia, el Feng Shui es una filosofía china que estudia la influencia que tienen los factores naturales, como el clima, la geología y la orientación astronómica, en la energía de las personas y los espacios. Su nombre significa “Viento y Agua”, dos elementos esenciales para la vida y la fluidez de la energía vital, conocida como “qi”.

Inicialmente, esta práctica se aplicaba en la construcción de templos, tumbas y viviendas, estableciendo reglas específicas sobre la ubicación y orientación de los edificios para optimizar la circulación de energías positivas.

A lo largo del tiempo, distintas escuelas de Feng Shui han desarrollado métodos tradicionales y contemporáneos para su aplicación en la arquitectura y el diseño de interiores.

Los principios claves del Feng Shui.

El Feng Shui se basa en varios conceptos fundamentales donde se busca la energía positiva y como deshacernos de todo lo que la bloquea:

  • Qi positivo y Sha Qi negativo: El “qi” representa la energía vital que fluye a través de los espacios. Un diseño adecuado promueve un qi armonioso, mientras que el “sha qi” se asocia con energías negativas generadas por espacios oscuros, desordenados o con elementos puntiagudos y agresivos.
  • El Yin y el Yang: Dos fuerzas opuestas y complementarias que deben mantenerse en equilibrio. Mientras el yin representa lo suave y tranquilo, el yang simboliza lo activo y dinámico.
  • El “Fu Xi Pa Kua”: Sirve para estudiar tridimensionalmente el espacio.
  • Los cinco elementos: Fuego, agua, tierra, madera y metal. Cada uno está relacionado con colores, formas y materiales específicos como por ejemplo los pavimentos de madera, ya que todos influyen en la energía de un espacio.
  • El mapa Bagua: Una herramienta utilizada para analizar la energía de un lugar, dividiéndolo en nueve áreas que representan aspectos clave de la vida, como la prosperidad, la salud, las relaciones y la creatividad.

Salón Feng Shui con suelo de madera

Aplicación del Feng Shui en la decoración.

Si bien aplicar Feng Shui en la construcción de una vivienda desde cero es lo ideal, también es posible incorporar sus principios en espacios ya existentes a través de ajustes en la disposición y selección de elementos decorativos. Al hacerlo crearemos entornos más ordenados, limpios y luminosos. Algunas pautas básicas incluyen:

  • La organización y la limpieza: Mantener los espacios despejados y evitar la acumulación innecesaria de objetos que no aportan nada y recargan el ambiente.
  • La distribución equilibrada: Colocar muebles de manera que permitan la libre circulación de la energía y evitar esquinas puntiagudas orientadas hacia zonas de descanso. Con ello además de mejorar el equilibrio también estaremos aprovechando mejor el espacio.
  • El uso de colores adecuados: Los tonos deben elegirse según la función de cada espacio y su relación con los cinco elementos. Por ejemplo, el azul para la tranquilidad, el rojo para la energía y el verde para la armonía.
  • La iluminación y ventilación: La luz natural es fundamental para generar una atmósfera positiva, así como la entrada de aire fresco.

Feng Shui en la Arquitectura moderna.

En la actualidad, el Feng Shui se aplica en el diseño de edificios residenciales, comerciales y corporativos, especialmente en Asia. Muchas construcciones emblemáticas incluyen elementos como “puertas de dragón”, grandes aberturas arquitectónicas que permiten el paso del viento y la energía.

Esta técnica también se tiene muy en cuenta en el estudio de la Arquitectura Paisajística en estos países, aunque se ha extendido a muchos otros por el equilibrio y la belleza que aporta a cualquier proyecto de paisajismo.

Aunque para algunos arquitectos estos diseños tienen un significado meramente estético, para los seguidores del Feng Shui, su función es clave en la armonización del espacio.

Jardín Feng Shui

Lejos de ser una simple superstición, el Feng Shui se ha consolidado como una herramienta eficaz en el diseño de interiores, mejorando el bienestar y la calidad de vida.

Aplicar sus principios no solo optimiza la estética de un espacio, sino que también potencia sensaciones de equilibrio, tranquilidad y energía positiva, convirtiendo cada hogar en un refugio de armonía y serenidad.