Los tejidos o textiles nos han acompañado desde el principio de los tiempos. La necesidad de buscar en la naturaleza materiales vegetales y animales que nos protegieran del frío, la lluvia y el sol… dio paso a la elaboración de prendas de vestir que también sirvieron para distinguir la identidad étnica y cultural de los pueblos.
La Real Academia de la Lengua (RAE), la palabra textil significa: material capaz de reducirse a hilos y ser tejido. Los hilos y los tejidos se forman con fibras textiles que pueden ser tanto de origen natural como artificial. Las fibras naturales que provienen de plantas y animales como el lino, lana, esparto, seda y algodón se vienen utilizando desde hace más de 2000 años.
Según fuentes el lino es la fibra vegetal más antigua de la humanidad. El origen de esta planta se sitúa en la zona del Caucaso, Egipto y Asia Central. Hay restos de fibras de lino encontrados en la república de Georgia, más concretamente en una cueva de Dzudzuana en la región del (Cáucaso), que tienen 32.000 años, aunque el trozo de lino como tal más antiguo proviene de Turquía y se tejió hace 9.000 años.
Fue en el año 1459 cuando se elaboró la primera fibra artificial. Este hecho cambio de manera radical la industria textil dando paso a la producción de las distintas fibras manufacturadas, las artificiales y las sintéticas.
Las fibras artificiales se elaboran con la transformación química a base de polímeros naturales de celulosa, proteínas animales y vegetales y alginidas (algas marinas), en cambio las sintéticas se obtienen por policondensación y por polimeración, es decir a base de polímeros sintéticos.
Tejidos especiales.
El mundo del interiorismo es un campo en constante evolución, donde la estética y la funcionalidad se fusionan para crear espacios únicos y acogedores. Entre los muchos elementos que intervienen en la creación de un diseño interior, los tejidos juegan un papel fundamental.
Son muchos los proyectos de interiorismo que necesitan contar con materiales de uso técnico que cumplan la normativa para garantizar la seguridad de los espacios. El tejido ignífugo es uno de ellos, su resistencia a la ignición lo hace indispensable en muchos sectores como el de la sanidad y educación, comercio, ocio y retail, hostelería y restauración, transporte, interiorismo y decoración…, todos ellos entornos donde la seguridad contra incendios es prioritaria.
Los tejidos ignífugos para interiorismo aportan seguridad y estilo en un solo elemento.
A diferencia de los tejidos resistentes al fuego, que pueden soportar altas temperaturas durante un período limitado, los tejidos ignífugos están formulados para auto extinguirse y así evitar la propagación del fuego, por lo que facilitan la evacuación del lugar y la extinción en caso de incendio.
Proceso de fabricación y tipos de tejidos ignífugos.
La fabricación de tejidos ignífugos implica el tratamiento de las fibras textiles con productos químicos retardantes del fuego. Estos productos químicos pueden ser aplicados durante el proceso de hilado, tejido o acabado. Para ello se utilizan distintos procesos como el de reacción química, el de impregnación o el de recubrimiento.
Tejido ignífugo permanente.
El tejido ignífugo permanente tiene la propiedad de evitar la propagación del fuego y de auto extinguir la llama. Para su elaboración no se requiere ningún tratamiento especial ya que se utilizan hilos compuestos de fibras ya ignífugas. Es por ello que las propiedades de este tipo de tejido técnico permanece inalterable con el tiempo y los lavados, garantizando la seguridad frente al fuego durante toda su vida útil.
Tejido ignífugo no permanente.
Los tejidos ignífugos que no están compuestos por fibras ignífugas se les somete a un tratamiento durante el proceso de tejido o acabado. Con ello se consigue que las propiedades ignífugas permanezcan inalterables durante un tiempo. Estas se irán perdiendo por el uso, los lavados y el paso del tiempo a diferencia de los tejidos ignífugos permanentes. Siempre se puede recurrir pasados unos años a repetir el tratamiento de ignifugado.
Tipos de tejidos ignífugos.
Los tejidos ignífugos suelen estar hechos de fibras naturales como el algodón, fibras sintéticas como el poliéster, o mezclas de ambas.Los más habituales y que se utilizan en todo tipo de productos y proyectos son la aramida (algodón, viscosa FR y algodón Nylon), poliéster, nailon, algodón FR, Nomex, Modacrílica y el Kevlar. Algunos son más ligeros que otros en función de sus propiedades y aplicaciones:
- Telas ignífugas para cortinas: Estos tejidos son ideales para entornos como hoteles, hospitales y teatros, donde se requiere una combinación de seguridad contra incendios y diseño elegante. En la actiualidad las nuevas telas para cortinas ignífugas cuentan con infinidad de diseños y colores.
- Telas ignífugas para tapicería: Perfectas para muebles y asientos en lugares públicos y comerciales, estos tejidos garantizan la seguridad de los ocupantes.
- Telas ignífugas para ropa de cama y almohadas: Esenciales en hospitales y hoteles, proporcionan una capa adicional de seguridad sin comprometer la comodidad.
- Telas ignífugas para tapices murales y paneles acústicos: Son ideales en espacios donde se busca la estética y la funcionalidad acústica.
En la actualidad se puede elegir entre una gran gama de diseños decorativos totalmente personalizados. Las últimas tendencias son textiles con impresión digital que facilitan poder llevar a cabo casi cualquier creación y propuesta que forme parte de proyectos de interior. Visualmente se consiguen resultados sorprendentes con infinidad de colores y texturas.
Principales modelos de tejidos ignífugos para decoración.
- Tejido ignífugo de terciopelo: Ideal para tapicería, escenarios de teatro, cortinajes en hoteles, residencias… aporta un toque de lujo y elegancia a cualquier espacio. Su tacto es suave y muy agradable.
- Tejido ignífugo de lino: Perfecto para entelar paredes, para tapizados, cortinas, cojines, ofrece un aspecto natural y fresco ideal para entornos más rústicos.
- Tejido ignífugo de poliéster: Muy versátil y duradero, adecuado para una amplia gama de aplicaciones, ideal para elaborar cortinas y visillos, así como para acondicionamiento acústico de espacios donde no se vea alterada la calidad del sonido. La tela para cortinas efecto 3D confecionada con este tejido, es muy utilizado en el interiorismo de hoteles y restaurantes modernos.
- Tejido ignífugo de chenille: Similar al terciopelo ofrece distintas texturas suaves y acogedoras, ideal para tapicería, cortinas, colchas y almohadas para sectores como la hostelería, la sanidad y la cultura.
Estos y otros muchos modelos más convierten a los tejidos ignífugos en una herramienta de creación esencial en el diseño interior contemporáneo. La extensa gama de opciones disponibles facilita a profesionales del sector del interiorísmo personalizar sus espacios y que estos sean seguros, sin comprometer su estilo.
Para que un tejido sea considerado ignífugo debe de ser probado y garantizar su resistencia a las llamas. Cada producto que este fabricado con este tipo de tejidos estará obligado a cumplir las respectivas normas aplicables y sus reglamentaciones del sector en cuestión al que pertenezcan, en este caso al del interiorismo y decoración.
Imágenes: Vescom.