Dentro de los revestimientos de paredes el papel pintado ha estado presente en infinidad de edificios desde su aparición en el siglo XII en Europa, donde llego desde Oriente a través de las rutas comerciales con el continente asiático. Según fuentes los primeros papeles pintados procedían de China y estaban pintados a mano. Su utilización sobre las paredes comenzó en el siglo XV.

A lo largo de la historia de la decoración de interiores el papel pintado ha recubierto desde las paredes de los palacios reales hasta los hogares residenciales más modernos. En la actualidad continúa siendo una opción en alza en el mundo del diseño de interiores.

Esto es debido a la gran variedad de materiales y acabados, su versatilidad en el diseño y los avances tecnológicos. Estos avances ofrecen impresiones que abarcan todo tipo de diseños e imágenes de gran impacto pudiendo personalizar totalmente el papel pintado que deseamos para nuestro proyecto de interiorismo.

Historia y procedencia del papel pintado.

La invención del papel se le atribuye a un funcionario llamado Ts’ai Lun de la Corte Imperial China que haya sobre el año 105 d.C, mezclo distintas fibras vegetales y tejidos usados con agua resultando de esta mezcla una pasta. Seguidamente, la pasó por un tamiz para eliminar toda el agua posible y las láminas resultantes fruto de ese proceso las dejo secar, pudiendo ser utilizadas para escribir.

La producción de papel sustituyo a las telas de seda, hojas de bambú, pergaminos y papiros, lo que represento un avance considerable para difundir la cultura y una mejora económica al ser un material menos costoso. A lo largo de los años su producción se extendió desde China a Japón, Corea y los principales países árabes. Estos últimos mejoraron la calidad al contar con mejores materias primas.

El uso del papel como papel pintado o decorativo tiene sus raíces en la antigua China, donde se utilizaba inicialmente como revestimiento de paredes. Fue a través de las rutas comerciales como la icónica Ruta de la Seda que el papel pintado llegó a tierras occidentales, ganando popularidad en Europa durante el Renacimiento. Inicialmente, el proceso de producción era laborioso y costoso, lo que lo convertía en un lujo reservado para la élite.

Papel pintado en recibidor

Sin embargo, con el tiempo, la fabricación de papel pintado se volvió más accesible gracias a la industrialización, lo que permitió su uso en una variedad más amplia de entornos y para diferentes estratos sociales.

Hoy en día con las colecciones exclusivas de papel pintado que ofrecen las empresas del sector y la posibilidad de crear nuestros propios diseños con impresión digital lo ha convertido en un elemento más de las nuevas tendencias en decoración e interiorismo.

El gran abanico de texturas disponibles gracias a los nuevos materiales cada día más resistentes y con más propiedades también ha hecho que en muchos proyectos se decanten por empapelar las paredes incluso la de baños y cocinas.

Características, materiales y acabados del papel pintado.

Esta evolución significativa en cuanto a materiales y acabados convierte al papel pintado en una herramienta más al servicio del diseño y la decoración. Las opciones son muchas, desde papel tradicional hasta vinilo, tela, papel con relieve y hasta papel pintado con texturas tridimensionales.

Estos materiales ofrecen diferentes niveles de durabilidad, resistencia al agua y facilidad de limpieza, lo que los hace adecuados para una variedad de entornos como casas residenciales, hoteles, residencias, bibliotecas, tiendas de moda, hospitales, restaurantes, centros comerciales, etc.

En cuanto a acabados, el papel pintado puede variar desde acabados mate hasta satinados, con una amplia selección de colores y patrones que van desde los clásicos diseños florales hasta los modernos estilos geométricos. Esto permite a los diseñadores de interiores y a los propietarios de viviendas expresar su creatividad y personalidad a través de la decoración de sus espacios.

El papel pintado en el interiorismo y la decoración.

Las personas profesionales que trabajan dentro del sector del interiorismo y la decoración hacen un uso creativo del papel pintado en sus proyectos para agregar profundidad, textura y estilo a los espacios. Ya sea para destacar una pared de acento, crear una sensación de amplitud en un espacio pequeño o simplemente para añadir un toque de color y patrón.

El papel pintado también se puede colocar en techos, estantes o para forrar muebles. Aunque dependa muchas veces de la calidad y el grosor del papel, casi todos reducen el exceso de ruido ambiental, al amortiguarlo en mayor o menor medida.

Papel pintado en pared de salón

En el sector de la restauración, el papel pintado también juega un papel importante. Los diseñadores y propietarios de restaurantes, hoteles y otros establecimientos utilizan el papel pintado para crear ambientes acogedores y atractivos que reflejen la identidad y con ello potenciar su negocio.

Como revestimiento ligero en hogares se presenta cada vez más como una opción debido a su facilidad de instalación y capacidad para transformar rápidamente un espacio. Además, su versatilidad lo hace adecuado para una variedad de estilos decorativos, desde el clásico, industrial, nórdico y contemporáneo al minimalista.

Imágenes: www.kemenwall.com