En el mundo de la decoración de interiores existen multitud de estilos. Aunque todos se mantienen en el tiempo más o menos, hay otros que siempre están presentes y nunca pasan de moda, entre ellos se encuentra el estilo Total White.
Este estilo se caracteriza por su elegancia atemporal y su capacidad para crear espacios luminosos, serenos y muy personales. Su estética minimal y sofisticada a la vez dota a los entornos de elegancia y funcionalidad. Este estilo también se caracteriza por la calidad de los materiales elegidos para decorarlos, ya que cumple en parte con la cita de «menos es más«, descartando lo superfluo y eligiendo elementos inspiradores y llenos de esencia.
Orígenes del estilo Total White.
El estilo Total White tiene sus raíces en la arquitectura y el diseño escandinavos, donde la luz natural es escasa durante gran parte del año. Para contrarrestar la oscuridad, los diseñadores optaron por utilizar tonos blancos y neutros en sus interiores para reflejar la luz y crear una sensación de amplitud, luminosidad y frescura.
El resultado estético transmite distintas sensaciones de las que destacan la sencillez, la serenidad, el orden y la limpieza. Con el tiempo, este enfoque se ha extendido por todo el mundo, convirtiéndose en una tendencia habitual en la decoración de interiores.
Características del estilo Total White.
Una de las características más distintivas del estilo Total White es su uso exclusivo de tonos blancos y neutros en toda la decoración. Desde las paredes y los suelos hasta los muebles y los accesorios, todo en el espacio se mantiene en una paleta de colores blancos, cremas y grises suaves.
Esta uniformidad cromática crea una sensación de armonía y cohesión en el ambiente, haciendo que el espacio se sienta tranquilo y sereno. El estilo Total White se puede utilizar en la decoración de toda la casa o en una o varias estancias. En habitaciones que no cuenten con luz natural este estilo es muy apropiado, ya que les proporciona luminosidad y amplitud.
Materiales y acabados.
Para añadir interés visual y textura a un espacio Total White, es importante elegir cuidadosamente los materiales y acabados. Los materiales naturales como la madera, el mármol, el vidrio y la piedra son opciones ideales.
Un suelo, por ejemplo, de madera natural maciza o parquet flotante en colores neutros le añadirán calidez y textura al ambiente. Para las cocinas, baños y encimeras o para revestir algunas paredes de estas estancias con tanto protagonismo, el vidrio es una solución idónea. La capacidad del vidrio para reflejar la luz proporciona una perfecta armonía a estos entornos.
Por otra parte, el mobiliario de color blanco siempre es un acierto por su carácter atemporal y por la capacidad de adaptarse a cualquier entorno. Los acabados mates y satinados son ideales para mantener una estética elegante y minimalista, mientras que los detalles metálicos en tonos como el oro, la plata o el acero pueden aportar un toque de glamour al espacio.
La luz natural que se refleja sobre el blanco en paredes, techos, suelos y mobiliario crea sombras que cambian de intensidad y tonalidad a distintas horas del día, lo que les aporta un plus de belleza natural a estos espacios.
Aunque el estilo Total White se caracteriza por su simplicidad y uniformidad cromática, esto no significa que el espacio tenga que ser aburrido o plano. La introducción de diferentes texturas y formas puede añadir profundidad y dimensión al ambiente.
Por ejemplo, se pueden incorporar cojines de punto, alfombras con texturas o cortinas de lino para añadir volumen a un espacio de otro modo monocromático. Este tipo de combinaciones de distintas texturas permiten composiciones de gran belleza.
Para que estos espacios muchas veces no caigan en el exceso, se pueden combinar y mezclar con colores un poco más vivos. Por ejemplo colocando cortinas trasparentes La colección Airy de la firma Vescom es una muestra de ello, imita el aspecto del lino y su transparencia crea un efecto muy sutil y vaporoso dándole con sus delicados tonos un grado de calidez a las estancias. Del mismo modo, la introducción de formas geométricas o curvas en los muebles y accesorios puede crear interés visual y dinamismo en el espacio.
Otro ejemplo de tandem entre conceptos de interiorismo es la combinación del estilo de blanco total aplicando la teoría del rojo inesperado propuesta creada por Taylor Simon que introduce un enfoque audaz pero sorprendentemente efectivo para el diseño de interiores.
Aplicación del estilo Total White.
Aplicar con éxito el estilo Total White en un interior requiere atención al detalle y un enfoque cuidadoso en la selección de muebles, materiales y accesorios. Es importante crear un equilibrio entre la simplicidad y la sofisticación, evitando que el espacio se sienta demasiado estéril o frío.
Como ya hemos dicho anteriormente, aquí los objetos decorativos cobran una gran importancia, y además le estaremos dando nuestro toque único y personal. Así mismo es crucial prestar atención a la iluminación, ya que las luces deben de tener una temperatura adecuada. Con ello conseguiremos realzar la sensación de luminosidad y amplitud.
En conclusión, el estilo Total White es una opción elegante y atemporal para la decoración de interiores. Con su enfoque en la simplicidad, la luminosidad y la armonía, este estilo es perfecto para crear ambientes serenos y sofisticados tanto en los hogares o negocios como restaurantes, clínicas, hoteles, centros de belleza, etc.